Argo Tractors, protagonista mundial en el campo de la mecanización agrícola, es símbolo de producción de punta. La gama completa de los tractores de marca Landini y McCormick se caracteriza por un elevado desarrollo desde el punto de vista tecnológico, con prestaciones en crecimiento, nivel de confort automovilístico, servicios digitales cada vez más conectados, todo ello basado en la inconfundible marca distintiva del Made in Italy.
Para valorar la eficiencia productiva de Argo Tractors es suficiente entrar en una de las seis plantas de Reggio Emilia del grupo, que tiene la sede principal en Fabbrico, “donde comenzó nuestra historia en 1884 – explica Alberto Morra, Miembro del Comité de Dirección de Argo Tractors – y que aún hoy representa la esencia de una multinacional que, además de producir tractores, se distingue por una profunda integración manufacturera y comercial, combinada con servicios de asistencia técnica, distribución de recambios y soluciones digitales de vanguardia. Con una presencia en más de 100 países, Argo Tractors asegura un servicio impecable a sus clientes, pensado para responder a todas las exigencias”.
La gama de tractores va de los 49 a los más de 310 caballos de potencia, lo que ofrece un producto en continua evolución y al que se debe alinear un proceso productivo de vanguardia. “Por ello – aclara Camillo Veneri, Director de Producción – resulta fundamental nuestro compromiso en el incremento de las competencias de nuestros colaboradores. Por tanto, Argo Tractors ha constituido la propia Factory School, donde nuestros mejores técnicos de producción enseñan a los nuevos contratados cómo garantizar un estándar de calidad excelente”.
El primer paso del proceso productivo se da en el sector Elaboraciones Mecánicas, donde se modelan los chorros de fundición y las impresiones de acero para suministrar a las líneas de montaje el 80% de los componentes de ejes y transmisiones. Las dos líneas de montaje permiten ensamblar el transeje que, después de obtener la autorización del control de calidad, se envía a la planta centralizada de pintura y desde allí, a la fase de montaje del sistema eléctrico, de la cabina y del capó. Luego, los técnicos comienzan la actualización de todas las centrales electrónicas y configuran los parámetros específicos de cada tractor en función de las opciones solicitadas por el cliente.
Igualmente importante es la fase de prueba, que se desarrolla en diferentes pasos, hasta la pista de prueba, donde cada vehículo se somete a un ciclo de esfuerzo controlado durante aprox. 90 minutos antes de ser declarado conforme.
Argo Tractors opera en un sector que se integra con la cadena de producción agroalimentaria, por tanto, no puede prescindir de una concreta “sensibilidad medioambiental”. La misma se manifiesta también en el proceso productivo, comenzando por el uso exclusivo de pinturas al agua, de sistemas de microfiltración de los lubricantes refrigerantes para reducir el volumen de aceites usados que se deben eliminar, así como en la instalación de más de 3.000 paneles fotovoltaicos para una producción anual de 2.200 MWh.
«Nos inspiran – finaliza Alberto Morra – la pasión y la innovación, elementos que nos han permitido ser embajadores del Made in Italy y miembros de la asociación Motor Valley. Mantenerse actualizados es uno de los desafíos más importantes y es por ello que seguimos invirtiendo recursos en proyectos de mecatrónica avanzada y en procesos productivos de excelencia.»